El niño
de apenas 10 años Sebastien De la Cruz, estadounidense de raices mexicanas,
levantó fuerte polémica y comentarios racistas luego de interpretar el himno de
los Estados Unidos vestido de charro, esto el pasado martes durante el
encuentro de los San Antonio Spurs y el Miami Heat en las finales de la NBA.
Varios
cibernautas estadounidenses lanzaron fuertes críticas y comentarios lamentables contra el pequeño debido a su vestimenta, la cual consistía en un traje
de charro. Lo llamaron "mojadito" "ilegal", "extranjero".
Pues
bien, este jueves en el cuarto juego de las finales NBA en el mismo AT & T
Park ,el pequeño Sebastien, lejos de intimidarse, volvió a cantar el himno
estadounidense y nuevamente vestido de charro.
El
apoyo hacia el pequeñín fue tal que el propio alcalde de San Antonio, Julián
Castro, fue su presentador mientras el hombre más poderoso del mundo, el Presidente
de los Estados Unidos Barack Obama, respaldaba la presentación de Sebastien vía
twitter.
Ante
dicho escenario Sebastien no desentonó: realizó una interpretación tan emotiva
del himno estadounidense que el público asistente
se le entregó por completo. Incluso los coaches de cada equipo, Gregg Popovich
y Erick Spoelstra fueron a felicitar al infante.
Por si
faltaba algo más, el muchacho declaro a la cadena KENS-TV que no tomaba en
cuenta los mensajes racistas que le fueron dedicados en las redes sociales,
luego de su primera presentación.
Por un
lado queda el valor y la madurez de un pequeño que no se dejó intimidar por una
sección de la población estadounidense que suele ser intolerante por
naturaleza. Por otro está el apoyo del Estado en la figura del Alcalde y del
propio Presidente en contra de la
discriminación. Finalmente queda un juego de basquetbol como pretexto ideal
para contarnos este tipo de historias, que dignifican a quien se sobrepone a
estos prejuicios barbáricos para colocarlos donde corresponden, en el olvido.
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