jueves, 28 de marzo de 2013

Soraya Jiménez, su legado.

Nos encontramos ante una de las noticias más tristes de lo que va en el 2013. Triste no solo en el plano deportivo, sino también social. Me refiero a la muerte de Soraya Jiménez.

De acuerdo con la información de varios medios, la medallista de oro en Sydney 2000 perdió la vida víctima de un infarto.

Su legado deportivo y social.
Antes de Soraya solo 2 mujeres mexicanas habían logrado ganar una medalla en Juegos Olímpicos: Pilar Roldán y Teresa Ramírez, obteniendo plata y bronce respectivamente. Desde Sydney 2000 las mujeres tomaron un papel determinante en el deporte nacional, ganado la mayoría de las medallas en las siguientes ediciones: 3 de 4 en Atenas, 2 de 3 en Beijing y 5 de 7 en Londres.
                          Tot. Medallas         por mujeres
Sydney 2000           6                1
Atenas 2004            4                3
Beijing 2008           3                2
Londres 2012          7                5
Soraya no solo se convertía en la primer y única mujer mexicana en ganar el oro olímpico. Lo hacía además en un disciplina donde ni siquiera los hombres habían destacado. Era la época del cambio en México; viejos ideales se desmoronaban ante la promesa de un país diferente. Para muchos mexicanos el ejemplo de Soraya redefinia el papel de las mujeres en la sociedad nuestra, una sociedad que aspiraba al cambio y al mismo tiempo al éxito.
Su Calvario
Pero al igual que nuestra sociedad, Soraya sucumbió ante el peso de los poderosos y sus intereses: el saliente régimen priísta se aprovechaba de su figura mientras el naciente régimen del "cambio"  le exigía más triunfos para alimentar su nuevo ego.
Finalmente en 2002 la deportista fue acusada de doping y de falsificación de documentos. Este último surgido por la idea de llevarla a participar en el Campeonato Mundial Universitario de ese año, realizado en Izmir, Turquía.
Fue exonerada del doping con ayuda de Mario Vázquez Raña, mientras Martha Icela Elizondo, Presidenta de la Federación Mexicana de Halterofilia fue suspendida dos años de toda función pública luego de incurrir en actos de corrupción y falsificación de documentos.
Realmente no sabremos lo que sucedió en realidad. Lo que es un hecho es la tremenda presión que sintió la atleta, producto del largo e interminable conflicto entre los que detentan los cotos de poder en el deporte mexicano. Soraya estaba en medio de aquella danza. Era la loza que debía cargar, más pesada que los 222 kilos y medio que alzó por los aires en Sydney 2000.
Los últimos momentos.
La vida de Soraya se complicó todavía más en 2007, luego de contraer Influenza tipo B mientras estaba en los Panamericanos de Río de Janeiro 2007. Esto le llevó a perder un pulmón.
Su salud fue minándose poco a poco: sufrió 5 paros cardiorespiratorios, estuvo 15 días en coma debido a una infección del virus de la Influenza AH1N1, sin contar con las 14 operaciones que llevaba apenas en 2010, como lo relataba en aquel entonces a la revista Proceso.
Sin embargo Soraya tenía en el ejercicio su templo, su espacio para descargar todo. El deporte fue su vida y se mantuvo practicándolo hasta que pudo.
En cada entrevista daba un SÍ rotundo a la vida, sin arrepentirse de lo que fue el pasado, viviendo como lo que fue: una ganadora.
Después de la gloria, vino la oscuridad. Luego de ser señalada y crucificada, Soraya Jiménez fue desapareciendo del plano mediático, pasó a ser una leyenda, una sombra que de vez en cuando reaparecía en la pantalla como analista o en una entrevista..
A Soraya ya la habían sepultado hace años. Pero un Jueves Santo resucitó brevemente, para recordarnos con su muerte la luz y las sombras, los contrastes que la enaltecieron y la humillaron, esos mismos que aún existen en nuestra sociedad.
Descanse en paz.
twitter: @serpiente_negra

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